Al pensar en los cines de Berlín suelen recordarse casi siempre
los llamados "palacios cinema- tográficos" y aquellas fortalezas
de luz del "Neues Bauen" de los años 20 que iluminaban la noche.
Sin embargo, muchos de estos edificios, sobre los que Berlín cimentó
su fama como ciudad del cine, no sobrevivieron a la Segunda Guerra
Mundial. A pesar de esto, los grandes vacíos surgidos entre sus
filas comenzaron a cerrarse poco después. En los años
50, tras un periodo marcado por reconstrucciones y remodelaciones, se empieza
a producir un nuevo auge en la construcción, en el que se pone de
manifiesto también una nueva estética. Donde hasta
entonces la moderna objetividad y el simplismo en las líneas determinaban
una claridad constructivista de la arquitectura, aparece ahora un lenguaje
formal más brioso, dentro del que destacan nombres como Bruno Meltendorf,
Hans Bielenberg, Paul Bode y Gerhard Fritsche. Las zonas de entrada y los
vestíbulos, a menudo profusamente acristalados, enlazan casi siempre
en la zona más interna de los edificios con un juego dinámico
de ángulos redondeados, líneas asimétricas o estructuras
onduladas en paredes y cubiertas. Y todo ello dentro de espacios de dimensiones
en un principio relativamente reducidas. Ya en la década de
los 60 se desarrolla una dinámica espacial marcada por el glamour
y el dinamismo. Lejos del racionalismo característico de la
mayor parte de los multicines actuales, que parece más bien ajustado
a la estética funcional de los aparcamientos de varias plantas,
hasta los años 70 se manifiesta todavía en la configuración
formal la idea de una vivencia estética en la que el espacio interviene
tanto como la película que se proyecta en él. Hablamos
de aquellos locales que asisten al gran auge cinematográfico de
la posguerra. Son lugares en que se desarrolla una sublevación juvenil
contra las estructuras familiares burguesas, mientras las mismas familias
vuelven a consolidarse disfrutando de algunas horas agradables en el cine.
La atmósfera de estos edificios está indisolublemente ligada
a las primeras experiencias del cine en color y de las pantallas de gran
formato, en contrapunto durante mucho tiempo con el gris paisaje
urbano de la posguerra. Asimismo, entran a formar parte de la memoria cultural
colectiva: "¿Te acuerdas de entonces, en el cine..."?
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