city in space - locations


Trauma
New York
Bagdad




Generalmente, los locales nocturnos gozan de una vida muy limitada. Al igual que las modas, apenas superan dos o tres temporadas de cambiantes estilos musicales y tendencias. Su única oportunidad es el revival. Trauma, con todo lo que se puede esperar de una clásica discoteca de los setenta, ha conseguido ya sobreponerse al devenir de los gustos en cuatro o cinco ocasiones. El espacio parece abrirse gracias a los espejos de las columnas y el brillante techo de la sala. La luz que arrojan los focos al compás de la música varía entre el rojo, el azul y el verde; la proveniente del suelo alterna el rojo con el amarillo - incluso cuando la pista queda desierta y se extinguen los últimos acordes. Otro tipo de revival es el que experimentan las grandes salas de baile, en las que desde tempranas horas de la tarde, un público algo mayor disfruta de la música en vivo desplegando esos pasos practicados durante tantos años: chachachá, tango, pasodoble. En Cibeles, Apolo o La Paloma se han instalado clubes hasta los que peregrinan los jóvenes que desean estar a la última a altas horas de la madrugada. El local de strip-tease Bagdad, por el contrario, se resiste a cualquier tipo de revival. Satisface a los necesitados con los mismos métodos de siempre, sin haber sufrido modificaciones desde hace treinta años. Ni siquiera el desplazamiento del pecado hacia la periferia de la ciudad, que tuvo lugar hace ya muchos años, pudo con él. En un cartel se informa a la apreciada clientela de que todo aquello que va a ver tras la fachada de inspiración oriental es auténtico, de que nada es simulado.